martes, 6 de diciembre de 2011

Un gesto vale más que mil palabras


Gestos ¿importantes? Sí, así es. Sobre todo cuando de ellos puede llegar a depender el acceso a un puesto de trabajo. Y es que normalmente no nos paramos a pensar en estos simples movimientos y sencillamente decidimos prepararnos un gran discurso como respuesta a las posibles preguntas que nos planteen. Palabras y palabras que si no van acompañadas por una actitud no verbal adecuada se quedan en meros sonidos que a veces ni si quiera son escuchados. Sería como elaborar con los mejores ingredientes de la gastronomía española un exquisito solomillo de ternera al foie con reducción de Pedro Ximénez y no dedicarle tiempo a la presentación del plato.


A partir del momento en el que conocemos que el 55% de lo que se transmite en un proceso de comunicación humana se relaciona con el lenguaje no verbal, comenzamos a comprender por qué se puede hablar de la adquisición de una personalidad y un significado propio por parte de los gestos. Por ello es muy importante que tengamos en cuenta ciertos conocimientos acerca de los significados de estos, ya que nos evitará utilizarlos de manera equivocada o simplemente realizarlos inconscientemente sin saber lo que ello conllevará.

Esto puede traer consigo miles de preguntas anteriormente inconcebibles o absurdas como: ¿Dónde colocarse? ¿Cómo sentarse? ¿Qué debe evitarse? ¿Dónde poner las manos? Podría responder a todas las cuestiones que de repente comenzarían a surgir en vuestra mente, pero para ello necesitaría folios y folios. Así que mejor os dejo estos enlaces y les echáis un vistazo. Son de gran ayuda.
Suerte y cuidado con vuestros movimientos. Nunca se sabe.




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